El Banco de México recortó la tasa de interés a 8% para impulsar la economía ante su debilitamiento y a incertidumbre global. La medida busca incentivar el consumo y la inversión, pese a riesgos de inflación aún elevados. Este es el cuarto recorte consecutivo en 2025.
La decisión del banco central responde a señales de desaceleración económica y a un entorno internacional marcado por la volatilidad financiera. Con este ajuste, se espera facilitar el acceso al crédito para empresas y familias, estimulando así la actividad productiva en un momento clave para la recuperación.
Sin embargo, el organismo reconoce que persisten riesgos inflacionarios derivados de factores externos como el aumento en los precios de materias primas y las tensiones geopolíticas. Por ello, el Banco de México aseguró que mantendrá una política monetaria prudente y evaluará de cerca la evolución de los indicadores económicos.
Este cuarto recorte consecutivo en lo que va del año refleja un esfuerzo por equilibrar la necesidad de reactivar la economía sin perder de vista la estabilidad de los precios. La medida será monitoreada de forma permanente para ajustar la estrategia según las condiciones locales y globales.
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